Siempre he pensado que si tienes la fortuna de poder dedicar tiempo y dinero pasando un día libre alquilando un circuito para descargar sobre él toda la potencia de tu flamante deportivo que tienes guardado exclusivamente para dichas ocasiones, tienes que olvidarte que desembolsar una fortuna en modelos de calle modificados y comprarte un vehículo destinado exclusivamente a tal fin.
Modelos como el Caterham Seven, el Morgan 3 Wheeler, o el Vühl 05 son algunos ejemplos de lo que hablo. Todos ellos cumplen con el requisito de vehículo ligero con una enorme relación peso-potencia que les convierte en modelos capaces de plantar cara al más temible superdeportivo.
Entre ellos, también destaca el KTM X-Bow GT, un pequeño deportivo austriaco que rinde una potencia de 285 CV y que solamente pesa 847 kg. Esto hace que el KTM sea capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos y que su punta de velocidad sea de 231 km/h.¿Pero qué ocurre cuando estas prestaciones se quedan cortas para tus necesidades?
Pues si tienes una cartera lo suficientemente abultada puedes llevar tu KTM al preparador alemán Wimmer Rennsporttechnik y pedir que te lo modifiquen para hacerlo lo más bestial posible. Pues eso mismo es lo que ha hecho un cliente de Dubai que ha visto como su convencional KTM se ha convertido en el brutal y exclusivo KTM X-BOW GT Dubai Gold Edition, así bautizado por sus preparadores.
A parte de su exterior con acabados en dorado brillante, a petición del cliente, lo más destacable de esta preparación es sin duda su motor. Recordemos que se trata de un motor 2.0 TFSI de origen Audi, pero potenciado ahora hasta los 485 CV y 520 Nm de par.
Estos datos unidos al bajo peso del modelo (recordemos que el modelo se fabrica con un monocasco de fibra de carbono) se traducen en unas prestaciones que quitan el hipo con tan solo leerlas: de 0 a 100 km/h en 2,97 segundos, y necesita sólo de 9.9 segundos para alcanzar los 200 km/h.
Está claro que, prestaciones al margen, el afortunado propietario de este KTM tendrá motivos para estar orgulloso de tal preparación, ya que no parece que sus creadores vayan a producir dicha preparación para más clientes, salvo que les llegue otro brutal, exclusivo, y seguramente costoso pedido, claro está.
