Hay automóviles que tienen su propia personalidad inconfundible. Polaris es un fabricante que compite en varios sectores. Buggies son la principal fuente de ingresos para la compañÃa pero también tienen un modelo muy especial orientado a las carreteras de montaña.
Cuando se habla de un ‘Three Wheeler’ es inevitable pensar en el Morgan, la apuesta británica clásica que ofrece sensaciones con menos de 100 CV de potencia y hasta con una versión eléctrica en camino. Sin embargo, Polaris quiere quitarle el monopolio a este vehÃculo juguetón y para ello ha querido ofrecer algo más práctico.
La capota es básica para atraer a un mayor número de personas interesadas en una hipotética compra. Es lógico, un producto de estas caracterÃsticas es muy radical, enfocado a una mentalidad que busque algo atrevido y tenga el dinero suficiente como para poder comprarlo y mantenerlo.
Polaris Slingshot y su curiosa capota rÃgida
Acaba de renovarse la versión SLR y con ella se pueden elegir hasta un total de 31 accesorios originales para no tener la versión más básica de la gama. El modelo que guarda un serio parecido con el KTM X-Bow tiene, además, la posibilidad de incorporar una capota diseñada para no penalizar en exceso las prestaciones de este curioso vehÃculo de tres ruedas.
El acabado es inalterable al motor que equipa. Un motor gasolina 2.4 de 175 CV de potencia comandará un divertido mitad automóvil mitad motocicleta para divertirse en una carretera de montaña. Pese a que equipa un propulsor con una potencia equilibrada, lo cierto es que desempeña a la perfección su poderÃo gracias a un reducido peso.
El uso de materiales de última generación para ahorrar unos kilogramos de más en combinación con una estructura basada en la fibra de carbono hacen que cuente con unas armas muy poderosas si se pisa el pie derecho sobre el acelerador.
El techo duro practicable apenas incorpora unos pocos kilogramos y permite que hasta en dÃas de lluvia se vuelva más divertido si cabe la experiencia en las ascensiones por la falda de una montaña.
Esta apuesta seguro que tienta a más de un posible cliente que habrÃa desestimado la compra por no tener la posibilidad de ser usado en dÃas donde las condiciones climatológicas no eran las más favorables para disfrutar de un modelo a cielo abierto.
Ahora bien, ¿qué práctico es un modelo que apenas tiene servicio en España y que prácticamente no tiene muy bien claro cuál es su cometido? Es cierto que el paÃs más al sur de Europa cuenta con muchÃsimos tramos de carretera de montaña pero sin duda buscar el público interesado en un vehÃculo de estas caracterÃsticas es una tarea más que complicada.