Jeff Zwart es un antiguo piloto que se ha reconvertido en fotógrafo y director de spots comerciales. Gracias a su dilatada trayectoria en el automovilismo, ha corrido en distintas competiciones como la Baja 1000 o la Pikes Peak de Colorado a los mandos de distintos Porsches.
El director de spots de coches
Como su otra pasión es la imagen, ha tenido la suerte de poder conjugar sus dos aficiones dedicándose profesionalmente a rodar secuencias comerciales para distintas marcas de coches. Su estilo al grabar una carrera se caracteriza por utilizar mucho la perspectiva de “inmersión total”, utilizando la cámara subjetiva para que tengamos la sensación de que nos encontramos participando en la propia competición. El que haya visto la película Rush sabrá bien de lo que hablo, ya que Zwart asesoró a Ron Howard durante la filmación. Y la verdad es que las escenas de carreras están muy bien rodadas; con oficio, intensidad y emoción.
Al presentarse la primera generación del Porsche Cayenne, fue contratado para grabar un clip publicitario de presentación. Él quería explicar cómo había nacido el Cayenne, mostrando los modelos anteriores que habían ido marcando la senda del primer SUV de Porsche. Por eso compró un Porsche 356 de 1953. Aunque el propósito era utilizarlo en un par de secuencias y luego deshacerse de él, al conducirlo sintió algo que le hizo quedarse con él.
El Porsche 356
El 356 fue el primer vehículo de producción en serie fabricado por Porsche. Basado en el Escarabajo de Ferdinand Porsche, su hijo Ferry no tuvo más remedio que pergeñar este deportivo a la desesperada: necesitaban los beneficios que obtuviesen para librar de la cárcel a su padre (detenido al finalizar la Segunda Guerra Mundial bajo la acusación de colaborar con el régimen nazi).
El Porsche 356 es uno de los deportivos clásicos más puros, descarados y divertidos que existen; pero es difícil de conducir. Básicamente por la disposición trasera del motor, que carga una parte importante del peso del coche en el eje trasero. Si a esto le unimos la tracción trasera y la inexistencia de cualquier tipo de asistencia electrónica a la conducción, nos encontramos con un vehículo complicado de controlar en superficies deslizantes.
Cuando la carretera se llena de nieve, la prudencia aconsejaría no utilizar un automóvil así. Sin embargo, Jeff Zwart -que aprendió a conducir con un Porsche 901-, opina lo contrario. Con la única ayuda de unas ruedas de clavos, en este vídeo domina sin inmutarse las inercias que sacuden a este brioso deportivo.
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Siempre que veo un vídeo de conducción deportiva en nieve, me digo a mi mismo que del próximo invierno no pasa sin que me apunte a un curso de pilotaje en nieve. ¿Has asistido tú a algún curso? En Freno Motor nos interesan tus experiencias. ¿Nos las cuentas en los comentarios?
Nunca he asistido a ningún curso de conducción sobre nieve, pero donde yo vivo suelen caer unas buenas nevadas. Cuando nieva, cojo el Subaru pongo la reductora y a disfrutar por las pistas forestales. Es toda una experiencia, parece que estás corriendo un rally en Finlandia.
Qué bueno, Pablo. Tiene que ser alucinante. Yo hice un mini-curso en los Alpes Bávaros, pero solo me sirvió para contarlo como experiencia divertida. Estábamos probando el Audi Q7, el Mercedes ML y el BMW X5. Y también hice uno de conducción en pistas embarradas con un Volkswagen Touareg. Lo cierto es que fue tan breve que no aprendí mucho. Por eso quiero hacer uno en condiciones.
Vaya pasada… A mi me gustaría hacer algún curso de esos en los Alpes con un Evo o STI. La conducción por nieve es divertida, pero siempre con cabeza, porque es muy traicionera… Sobre barro alguna vez he conducido, pero con 4×4, con un Vitara.