Hay modelos que se han ganado una reputación con el paso de los años y las generaciones. Hay muchísimos casos en la industria del automóvil, donde parece que siempre van a haber unas siglas determinadas que marcaron, marcan actualmente y marcarán la carrera de algunas marcas.
Acotando la búsqueda, dentro del grupo VAG hay varios casos sonados donde esta tendencia parece que siempre existirá. En la reciente Volkswagen, pese al escándalo de las emisiones, todo volverá a la calma y el Golf seguirá creciendo en número de matriculaciones. Por otro lado, los A3, A4, A6 y A8 son un clásico dentro de la marca de los cuatro aros pero, ¿qué pasa con Porsche? El 911 es el eje sobre el cual circula todo lo relacionado con la firma de Stuttgart. Es cierto que, pese a mi pesar, se pueden seguir viendo gracias a la decisión de producir el Cayenne hace ya unos cuantos años.
Ahora, Porsche ha querido echar una mirada atrás para recordar el por qué de la existencia de la actual generación de su deportivo más importante, el 911 en cualquiera de sus diferentes versiones, incluidas las Turbo y las GT3 RS.
Porsche se acuerda del pasado del 911 en la puesta en marcha de esta generación
El dicho de que no se puede entender lo que ocurre ahora sin echar un vistazo al pasado se cumple a la perfección. De hecho, si se pudiese hacer una comparación entre el primero de los 911 y el actual, el cual incluyen los nuevos motores turboalimentados, se vería que comparten una silueta familiar, unas líneas que no se han visto afectadas por el paso del tiempo. Obviamente, sería imposible dejarlos con la misma estética pero sí que guardarían una similitud en cada una de las generaciones.
De la séptima generación se puede extraer una conclusión. Es una actualización de la mejora continua que se ha ido aplicando en los los últimos años para ganar eficiencia en multitud de apartados. Así, se han podido incluir innovaciones y adherir la última de las tecnologías disponibles en el mercado para crear uno de los mejores deportivos del mundo. Así pues, desde el primer 911 salido de la factoría de la compañía en 1963 hasta el que está comenzándose a producir actualmente no es más que un trabajo de actualización que continuará en el futuro.
Es cierto que la generación que entra en el mercado ahora incorpora por primera vez los motores turboalimentados desde la misma versión Carrera pero es fruto de las reglamentaciones y leyes anticontaminación que están imponiéndose en la mayoría de países. Aún así, la inclusión de estas variantes están aportando una mayor eficiencia tanto en rendimiento como en consumos por lo que habría que ponerse en el lado positivo de las medidas tomadas por los ingenieros del fabricante alemán.