Primero sucumbió la versión Boxster y ahora le ha llegado el turno a la versión coupé, el Cayman. La reducción de cilindros, en términos prestacionales, ha llegado incluso a ser mucho más eficiente que los motores convencionales. La presencia de los turbos ha sido clave para la reducción de las emisiones y gasto de combustible y mejorar el rendimiento de los mismos, mejorando tiempos en aceleraciones y logrando mantener la esencia de los modelos deportivos.
El Cayman, hasta ahora, se mantenía fiel a los motores V6 hasta la llegada de esta nueva versión, la 718. Se caracteriza por ser la más eficiente y la que mejor relación tiene entre consumos y prestaciones. Además llega para competir arduamente con las otras versiones presentes en la gama del deportivo medio de la familia Porsche. ¿Logrará conquistar algún día los corazones de los más afines a las motorizaciones tradicionales de la firma de Suttgart? Vamos a ver qué es lo que aporta esta variante del coupé de Porsche.
Porsche 718 Cayman, el coupé de cuatro cilindros turbo que faltaba en la familia
Los dos litros y dos litros y medio llegaron a Porsche de la mano del Boxster y ahora también lo equiparán parte de los Cayman que lleguen al mercado. Así pues, Porsche consigue extraer un total de 300 CV para la versión de acceso y 350 CV para la S logrando disponer de un par máximo de 380 y 420 Nm de par máximo respectivamente. Con estos datos técnicos, son capaces de ‘despegar’ hasta los 100 km/h en tan solo 4,7 y 4,2 segundos, equipando, eso sí, el paquete Sport Chrono disponible en la gama Porsche.
Las mejoras en esta versión también llegan al sistema de dirección, de frenado y suspensión. En primer lugar, un nuevo tarado de la dirección le permite contar con un 10% de radio de giro adicional. De igual manera, las pinzas de freno llegan directamente heredadas del hermano mayor de la familia, el 911, con el objetivo de mejorar la precisión en la frenada. Por último, el equipo de suspensión adaptativa PASM permite, según el modo de conducción escogido, rebajar la altura del vehículo hasta un total de 20 mm para ser mucho más eficiente en el paso por curva.
Este conjunto de mejoras no tienen sus correspondientes modificaciones en la imagen visual de la carrocería. Teniendo en cuenta el tradicionalismo con el que realizar los restyles en la firma de Stuttgart, no se esperaba que acometiesen grandes cambios en una generación del año 2012. Así pues, principalmente las ópticas son la parte que mayor se ha visto ‘toqueteada’. Por lo demás, diseño continuista para el coupé medio de Porsche.
En el interior sí que se puede ver alguna que otra modificación. Sin duda alguna, la que tiene un mayor calado es la que atiende a la disposición de una nueva configuración del volante, la cual incorpora ahora un botón para poder elegir entre los diferentes modos de conducción que ofrece. Además, si la unidad cuenta con el denominado Sport Chrono, se podrá pulsar sin soltar las manos del volante el botón que libera toda la fuerza del motor durante unos pocos segundos.
Por lo demás, un nuevo sistema multimedia y la ya tradicional botonera ‘kilométrica’ botonera mantendrán actualizado un modelo que atrae principalmente a todo ídolo de la compañía pero que no puede costearse lo que vale todo un nueveonce. Ahora bien, puestos a elegir…no hay duda alguna, la versión GT4 seguirá siendo la más querida por todos los petrolheads.