Si bien este Porsche 911 de 1984, no parece particularmente especial, para el ojo experto en el modelo más conocido de la marca de Stuttgart, no sería nada difícil detectar las diferencias en los parachoques delanteros y el alerón trasero, así como en las ruedas que tienen un perfil aerodinámico.
A simple vista puede no parecer mucho, pero en realidad con estas modificaciones llegaron a reducir el coeficiente aerodinámico del coche de un 0,4 a un 0,27. Para hacernos una idea, el Tesla Modelo S, tiene un coeficiente de 0,24, mientras que el Mercedes-Benz CLA aun esta más bajo, en un 0,23.
Podemos imaginarnos todas las cosas positivas que esto tiene en el comportamiento y el rendimiento del coche, sobre todo cuando circulamos a gran velocidad, mientras que aumenta la eficiencia, algo que ya era una preocupación primordial en los años 80.
Más abajo, tenéis el video donde podréis escuchar una breve narración sobre este particular Porsche 911.