El Porsche 911 Turbo es uno de los deportivos más rápidos del mundo, acelerando de 0 a 100 km/h en 3,1 segundos y con una velocidad máxima de 318 km/h.
En un deportivo con estas características la seguridad cobra un papel muy importante y parece que Porsche esta vez ha conseguido fabricar un gran deportivo pero también muy seguro.
La tracción y la estabilidad en un deportivo como este es muy importante y Porsche incorpora un sistema al que llama Porsche Stability Management (PSM), que ayuda al vehículo a mantenerse en la trazada correcta en todo momento.
El paquete Sport Chrono, de serie en el 911 Turbo S y como opción en el 911 Turbo, ofrece un cronómetro digital y analógico en el salpicadero, un indicador de rendimiento en el PSM, el botón SPORT+ y la función “overboost”.
En el modo SPORT+ el spoiler delantero y alerón trasero se encuentran totalmente desplegados en la función Performance y la gestión electrónica del motor se vuelve aún más agresiva.
En un coche que alcanza rápidamente velocidades elevadas los frenos toman una gran importancia y esta vez los frenos de esta nueva versión han sido mejorados con respecto a la versión anterior.
El Porsche 911 Turbo lleva de serie unos discos de freno perforados de 380 mm tanto delante como detrás y como se muestra en el vídeo las mordazas del freno están fabricadas en una sola pieza de aluminio lo que favorece mayor resistencia a deformarse y una ligereza superior.
En el Porsche Turbo S encontramos unos discos de freno cerámicos, opcionales en el 911 Turbo, que ofrecen mayor potencia de frenada y son más ligeros y se distinguen de los de serie por tener la mordaza de color amarillo.