Un Smart Fortwo puramente todoterreno solo podría formar parte de un proyecto ucraniano

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Smart Fortwo

Estamos acostumbrados a concebir el Smart Fortwo como un vehículo puramente urbano, creado con el único propósito de ser un biplaza perfecto para encontrar un pequeño hueco en el centro de la ciudad. Su mecánica sencilla así como una pequeña estructura y un sólido chasis le permiten a cualquiera crear monstruosidades con el objetivo de acabar con su lado más chic, por mucho que le pese a la firma perteneciente al grupo Daimler..

En los últimos días salió a la luz los cambios llevados a cabo por un mecánico que tenía uno en estado de medio abandono. Un día decidió colocarle unos esquís y unas orugas para poder sacarlo a pasear tras los temporales de nieve y lluvia. Hace tiempo, otro propietario, cansado de pisar el acelerador y ver que no subía la aguja del velocímetro -¡ojo, no era la versión firmada por Brabus!-, decidió sustituir el pequeño motor que incorporaba de fábrica para ponerle el de una Hayabusa, una de las motos más rápidas del mundo.

Ahora, una nueva modificación acaba de aparecer en escena. El propietario, Gerogiy Kosilov, era amante de la conducción off road y de un momento a otro pensó que podría ser una buena idea meterle mano al pequeño biplaza urbanita. ¿Qué es lo que llevó a cabo para lograr uno de los todoterrenos más simpáticos pero efectivos?

Gerogiy Kosilov se propuso crear un puro todoterreno pese a las risas iniciales

Smart Fortwo  frente

Lo primero de todo fue desmontar la carrocería y desprenderse de todo aquello que añadía peso inútil y que dificultaría cualquier paso por un obstáculo. Una vez que concluyó esta tarea, comenzó con la pura transformación del pequeño automóvil para asemejarlo con cualquier otro vehículo de corte más off road. Por ello, a este modelo no le faltan unas buenas gomas expresamente preparadas para su eficiencia en barro, tierra y cualquier otra textura que no sea el asfalto.

Aunque sin duda, la principal mejora llevada a cabo es el sistema de suspensiones. Además de lograr separar unos cuantos centímetros la distancia al suelo, se amolda a la perfección al nivel que presenta cualquier terreno inestable. Lógicamente, no se puede pedir que circule a más de 100 km/h en estas condiciones pero sí que consigue alcanzar sus objetivos, superar las dificultades que van apareciendo por el camino.

El proyecto, según cuenta el mismo Gerogiy Kosilov en unas declaraciones para un medio inglés, no parecía contar con el apoyo y ayuda de gran parte del círculo de amistades del propietario. Aún así, decidió continuar adelante porque creyó fielmente en su propósito, conseguir un vehículo off road a partir de un triste Smart Fortwo de primera generación, sí, aquel sacado hace ya casi 20 años.

Por fortuna, su empeño y dedicación le han servido para reírse de todo aquel que no confió en el proyecto. Ahora, un vídeo muestra algunas de las cualidades de su propia creación, esa que le permite disfrutar cada día como un niño de un modelo creado para no poner un pie ni fuera del asfalto ni de las ciudades. ¿Quién se lo iba a decir a los ingenieros que diseñaron el primer Smart allá por el año 1998?

Archivado en Preparaciones, Smart Fortwo, Todoterrenos
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