El airbag como elemento de seguridad ha probado su efectividad para evitar pérdidas humanas en incontables ocasiones. Ha podido demostrarse que es una de las innovaciones más importantes que se han desarrollado en la industria del automóvil y ahora un nuevo paso adelante podría posibilitar una reducción de daños posibles en un peatón.
Volvo dio hace unos pocos años la iniciativa con su airbag para peatones. Consiste básicamente en un airbag que salta desde el interior del capó cuando se produce un impacto entre los 20 y 50 km/h. De esta forma, en apenas unos milisegundos se despliega esta peculiar bolsa para que el viandante no sufra un golpe muy fuerte en la cabeza. Ahora, esta tecnología podría ir un poco más allá.
El nuevo método que estaría investigándose tendría a gran parte de la carrocería involucrada dentro de un característico airbag. Las empresa encargada es TRW y podría lograr una protección completa para el peatón en un espacio temporal de apenas unos 5 años. Ahora bien, ¿cómo de factible es esta solución?
Airbag externo para salvar al peatón
Cada vez con más celeridad, la tendencia de los desplazamientos urbanos va en aumento. Es por ello que las soluciones en seguridad deberían estar pensadas también para proteger la vida de los viandantes, a fin de cuentas son los usuarios más vulnerables de la vía. Así pues, inventar un airbag capaz de proteger a éstos de cualquier carrocería implacable debería estar dentro de cualquier objetivo de las compañías fabricantes de vehículos.
Ahora bien, la compañía TRW es realmente la que está tomándose muy en serio esta prioridad. Según afirman los directores del programa, podrían tener listo el primer modelo real en un periodo no superior a los cinco años. Para poder asimilar el impacto económico de su plan de trabajo, la empresa cuenta con un presupuesto otorgado por la Unión Europea, a fin de facilitar el proceso de inversión.
Por otro lado, fabricantes como Seat también están colaborando para lograr una solución eficiente, tanto en términos económicos, fiables y duraderos. Es importante recordar que el sistema debería ser capaz de soportar los diferentes condicionantes climatológicos, así como la corrosión o las humedades.
Además, habría que valorar cuál es el mejor material para permitir que actuase de la mejor forma posible en caso de accidente. Hay que tener en cuenta que esta protección no tendría la misma funcionalidad que los modelos presentes en el interior. Quizás, la mejor solución debería poder absorber la mayor parte del impacto entre la carrocería y el peatón con la única meta de evitar el efecto rebote entre ambas partes. A una cierta velocidad, salir disparado para una persona sin ningún tipo de protección puede ser igual de peligroso que no llevar, por ejemplo, el cinturón de seguridad en el coche.
Así pues, todo parece indicar que en el corto plazo no habrá posibilidad de equipar los automóviles con este elemento de seguridad. Ahora bien, ¿se logrará dar con la tecla para evitar los atropellos? Este elemento de seguridad es primordial pero en función de la inversión y los resultados de eficiencia se determinará si acaba siendo un elemento esencial en los planes de los fabricantes.
