Seguimos con nuestro especial Dentro de tu coche en el que analizamos las tecnologías que han ido incorporando los coches los últimos años y los avances mecánicos más importantes. Después de hablar de dos desarrollos de peso como son el ABS y el ESP en esta ocasión hablaremos del control de tracción, también conocido por sus siglas en inglés, TCS, Traction Control System.
Qué es el control de tracción
El sistema de control de tracción es un sistema electrónico de seguridad activa diseñado para evitar que las ruedas patinen ante una aceleración muy fuerte o si conducimos sobre superficie deslizante. No debemos confundir este sistema con el ESP, que evita las derrapadas provocadas por las fuerzas laterales, ya que el sistema de control de tracción actúa solo ante un exceso de potencia al acelerar.
Este sistema utiliza los sensores del ABS para determinar cuando una rueda está patinando ante un exceso de potencia y actúa en consecuencia. Normalmente el sistema compara la velocidad de rotación de las ruedas del eje motriz con las del eje libre, de tal modo que si detecta que la velocidad de rotación de las ruedas del eje motriz es superior a la velocidad del otro eje, determina que se está patinando debido a un exceso de potencia.
Una vez que se ha detectado que las ruedas motrices están patinando, dependiendo del fabricante existen varias formas de actuar. El método más utilizado suele ser reducir la inyección de combustible, aunque algunos fabricantes optan por frenar de forma independiente la rueda que patina.
Al igual que el ABS y el ESP este sistema realiza cientos de cálculos por segundo, lo que hace que en teoría siempre obtendremos la máxima aceleración sin sufrir patinaje. Sin embargo como veremos posteriormente en algunas ocasiones debemos desconectar el TCS porque su funcionamiento no es el correcto en algunas situaciones.
Un poco de historia
Al igual que el ABS y el ESP, el sistema de control de tracción tal como lo conocemos actualmente fue desarrollado por Bosch en 1986. Anteriormente habían existido aproximaciones a este sistema como el sistema MaxTrack desarrollado por Buick en 1971. Este sistema comparaba la velocidad de las ruedas delanteras con la salida de la transmisión y si existía una diferencia el sistema cortaba el encendido dejando a la ruedas traseras sin potencia.
Cadillac también desarrolló en 1979 el TMS, Traction Control System para su Cadillac Eldorado. Sin embargo este sistema fue criticado por su lento tiempo de reacción y su tendencia a fallar. Tendríamos que esperar hasta 1986 para que Bosch perfeccionara el sistema y fuera introducido poco después por Mercedes-Benz en algunos de sus modelos.
Cuándo debemos desactivar el control de tracción
Como hemos visto, el TCS evita a toda costa el deslizamiento de las ruedas ante un exceso de potencia en el eje motriz. Esto puede resultar contraproducente en algunas situaciones donde la única forma que existe para que el vehículo avance es que las ruedas patinen ligeramente. Nos podemos encontrar ante esta situación cuando el firme este compuesto de nieve, barro o arena fina, superficies en las que es necesario cierto deslizamiento de las ruedas para poder moverse.
En estas situaciones el TCS detectará un patinaje de las ruedas motrices y cortará inmediatamente inyección lo que nos nos permitirá movernos. Para evitar esta situación normalmente disponemos de un botón que nos permite desconectar completamente el TCS en nuestro vehículo.
Como siempre nos gustaría conocer vuestra opinión. ¿Os parece útil el TCS? ¿Vuestro coche utiliza algún sistema de este tipo?