Continuamos con nuestro especial dentro de tu coche en el que hacemos un repaso por todos los sistemas electrónicos y mecánicos que montan los coches modernos. En esta ocasión hablaremos de un sistema muy novedoso que se ha empezado a implantar en vehículos de producción hace muy pocos años, el asistente de arranque en pendiente o HAC, siglas en inglés de Hill-start Assist Control.
Qué es el asistente de arranque en pendiente
El asistente de arranque en pendiente es un sistema que impide que el coche retroceda en el lapso de tiempo que se produce mientras soltamos el freno y pisamos el embrague y el acelerador para salir desde parado cuando nos encontramos en una pendiente. Esta maniobra puede ser muy complicada, sobre todo en coches con poco par motor a bajas vueltas, ya que debemos ser muy rápidos con los pies para que el vehículo no retroceda y podamos impactar a cualquier objeto o vehículo que se encuentre detrás de nosotros.
Algunos conductores optan por una solución no muy recomendable que consiste en ayudarse del freno de estacionamiento para arrancar en pendientes, pero debemos recordar que el freno de estacionamiento es un mecanismo muy frágil y susceptible de desgaste, por lo que esta técnica no es muy recomendable.
El asistente de arranque en pendiente pone fin a estos problemas ya que impide que el coche retroceda cuando tenemos una marcha engranada en una pendiente, haciendo mucho más fácil la maniobra.
Cómo funciona el asistente de arranque en pendiente
El funcionamiento del asistente de arranque en pendiente es muy simple y en él intervienen los sensores de aceleración longitudinales y el sistema de frenos. Si los sensores detectan cierta inclinación con el vehículo parado y con una marcha engranada, la centralita ordena al sistema de frenos que mantenga la presión aunque se libere el pedal para poder realizar correctamente el juego de pedales embrague-acelerador.
Cuando el vehículo comienza a moverse la centralita libera el freno de forma progresiva permitiendo un arranque suave. La principal ventaja de la mayoría de asistentes de arranque en pendiente es que no requieren de ninguna intervención especial por parte del conductor, lo que hace que su utilización sea muy cómoda.
El único problema de este sistema es que es difícil de calibrar para que funcione de forma correcta en cualquier condición, por lo que en pendientes muy pronunciadas probablemente tendremos que acelerar más de lo normal para que el coche comience a moverse. De cualquier forma, estamos hablando de un sistema que se está equipando de forma masiva desde hace muy poco tiempo, por lo que es de suponer que aún dispone de margen de mejora.
Como siempre nos gustaría conocer vuestra opinión. ¿Qué os parece este sistema? ¿Vuestro coche lo equipa?
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