Si asociásemos los sistemas de simulación con el sector del automóvil, podrías, bien relacionarlo con los videojuegos que hay en los espacios de juegos recreativos o bien, los que actualmente suelen tener los equipos de la Formula 1. Pero, ¿y si te dijese que el que hoy traemos no pertenece a ninguna de las dos hipótesis anteriores? Concretamente, estamos ante una revolución tecnológica que podría ahorrar mucho dinero a los fabricantes de la industria.
El protagonista en el día de hoy es el que ha presentado Volvo y resume a la perfección las emociones que transmitirá un coche de forma digital. Tiene multitud de utilidades pero sin duda, la que cobra una mayor fuerza es la del confort y comodidad. Gracias a un conjunto de mecanismos, la persona que se sienea a los mandos de este automóvil ‘cortado por la mitad’ sentirá con total seguridad qué se podría mejorar en la configuración de un modelo en fase experimental. Pero realmente, ¿cómo funciona el sistema?
Funcionamiento del simulador de Volvo
En este caso concreto, Volvo podría estar realizando sobre ese simulador las pruebas que ayuden a determinar cómo será un nuevo miembro dentro de la marca sueca. El funcionamiento consiste básicamente en sincronizar un software, el cual contiene todo lo indispensable para enviar las órdenes a todo el sistema, y un hardware, que no es más que el conjunto de brazos mecánicos que provocan al conductor una experiencia prácticamente realista, como si se tratase de una conducción en la vida real.
Su implantación permite monitorizar todos los parámetros que podría encontrar el coche que posteriormente salga a producción para corregir los posibles defectos que tuviese el sistema de suspensión, frenos, etc. Esta herramienta, la cual no hay duda de que está valorada en varias cifras de euros, ha sido diseñada por un equipo de ingenieros que también se encarga de revisar.
Este simulador garantiza el salvado de la información y, una vez que se alcanza lo deseado en un determinado modelo, se guardan los datos referentes a la configuración para poder adaptar los datos a todo el equipo informático que se encarga de controlar los robots de la cadena de montaje.
La instalación, además, está compuesta por una pantalla curva que transmite una sensación de realidad ya que engloba todo campo visual. Eso, unido al traqueteo de los baches mecánicos, irregularidades del terreno, etc. puede hacernos pensar que estamos usando las mismísimas Oculus Rift.
De acuerdo que Volvo no será la única empresa que dispone de este tipo de elementos que ayudan considerablemente a elegir las mejores combinaciones para los modelos futuros que están ahora mismo gestándose. Como dato curioso, al comienzo del vídeo aparece el trabajador y deja caer una información muy sutil, ¿están comenzando a desarrollar una nueva berlina que supere al buque insignia actual, el S80? De ser así, ¿se le denominaría S90 tal y como lo ha dicho?
Sea una cosa un otra, habrá que esperar un tiempo para ver si el simulador ha tenido efectos positivos y ha contribuido al desarrollo de la futura línea de producción de la marca sueca. De momento, únicamente tenemos al Volvo XC90 como miembro de esta nueva generación.