La tecnología avanza a un ritmo desenfrenado por lo que las empresas deben conocer muy bien en qué están investigando las empresas líderes del mercado porque seguramente el futuro comercial pasará por un cambio en la tecnología adoptada por éstas. Un claro ejemplo tratado ha sido el de Audi con un nuevo posible combustible creado para disminuir la dependencia del petroleo. Lo positivo de este enorme cambio tecnológico que se está llevando a cabo sin descanso es que se está produciendo una interacción entre empresas que pertenecen a diferentes sectores, combinando diferentes áreas en las que la especialización cobra un papel muy importante en el desempeño final.
Si nos situamos en el mercado de la movilidad, el futuro parece estar ligado al transporte sostenible y al uso de energías alternativas a las fósiles. En el apartado de la conducción, parece ser que, desgraciadamente, los coches serán capaces de ser más seguros y eficientes que el ser humano. Lo que no está claro es qué ocurrirá con la forma de trasladarse, ¿surcarán los cielos la mayoría de los vehículos de forma similar a lo que ocurre en Star Wars o seguirán haciendo uso de neumáticos?
Proyecto Flike llevado a cabo por una empresa húngara
Desde Hungría han aparecido un grupo de investigadores provenientes de la empresa Bay Zoltan Nonprofit para anticiparse y defender la idea de un mundo dominado por los vehículos voladores. El aparato que aparece a continuación está en una fase aún muy experimental, pero deja entrever como ven a largo plazo el transporte.
El vehículo en cuestión está compuesto por un asiento al que se le unen unas especies de ‘patas’ con el fin de albergar 6 rotores. Pese a que al principio parece no emprender el vuelo, el piloto consigue elevarse unos pocos metros sobre el suelo.
Esta especie de dron apto para el transporte de personas está compuesto por unas baterías de polímero de litio que son capaces de mantener en el aire al conductor y al sistema durante un intervalo comprendido entre los 15 y 40 minutos, dependiendo del uso y la intensidad con la que se vuele.
Una de las innovaciones que mayor valor aporta a este modelo es la capacidad para mantener el equilibrio, característica fundamental sobre todo en las maniobras de despegue y aterrizaje. Además, posee un sistema que es capaz de contrarrestar un posible fallo de alguno de los rotores.
Es importante recalcar que estamos frente a un proyecto que todavía está muy poco desarrollado. De hecho, han querido sacarlo a la luz para obtener fondos a través de una acción de crowdfunding. Dependiendo del resultado de esta ampliación de capital, el resultado podrá asemejarse en mayor o menor grado al mostrado en la imagen.
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¿A quién no lo gustaría poder pilotar su propio vehículo volador a través de ciudades con rascacielos como Nueva York? Pese a que los planes de esta empresa húngara son al parecer demasiado optimistas, siempre es positivo que el alma innovadora de las personas se vea reflejado en este tipo de prototipos.
Lo que es seguro es que en el largo plazo la movilidad será muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en la actualidad. De hecho, ya estamos empezando a vislumbrar saltos en la tecnología que conllevarán grandes cambios que modificarán la forma de hacer las cosas.