Los principales escollos que tienen los vehículos eléctricos a la hora de promocionarse son la autonomía y, sobretodo, el tiempo que tardan en cargarse sus baterías. Los fabricantes tienen pleno conocimiento de ello y hasta que descubran cómo reducir estos márgenes, la solución puede que pase por las instalación de carga.
El excesivo precio que hay que pagar por la instalación en tu plaza de garaje, si es posible dicha instalación, es la principal barrera que se encuentra uno cuando se decide por independizarse del petróleo. ¿Qué es lo que ocurriría si las compañías más grandes del sector se juntasen para producir y poblar el continente europeo de instalaciones de este tipo?
Este momento ha llegado. Empresas como el trío alemán por excelencia, además de Porsche, Volkswagen o Ford, han llegado a un acuerdo que podría modificar completamente los programas de inversión en eléctricos. ¿Con qué objetivos?
Grandes holdings de la industria se juntan para mejorar la infraestructura de los eléctricos
El objetivo principal de la creación de este tipo de cargadores en la vía pública está relacionado con el recorrido de grandes distancias con el vehículo eléctrico. Ahora, dejando a un lado el Tesla Model S, cubrir más de 300 kilómetros es algo que no se concibe. ¿Solución? Realizar alguna que otra etapa parando a ‘repostar’ electricidad.
¿Cómo se hará? La idea es no demorar demasiado las paradas. Es por ello que se está barajando un aumento de la potencia que podría estar en torno a los 350 kW, unas cifras que superan a los prototipos diseñados hasta la fecha.
La primera fase de la operación, a la espera de la autorización del órgano competente de la Unión Europea, impulsaría la producción de un total de 400 cargadores, los cuales estarían repartidos por todo el territorio europeo.
La estimación de los puntos de recarga se realizaría tras comprobar la viabilidad y la conveniencia de cada uno de los puntos de acceso en función de diversas variables demográficas, económicas, etc.
Esta estrategia guarda detrás un temor relacionado con el futuro del principal fabricante competente, Tesla Motors. La compañía estadounidense va a entregar las primeras unidades del Model 3 el año que viene, lo cual aportará grandes recursos económicos a la empresa para seguir manteniendo el primer puesto en cuanto a innovación.
Colaborando las compañías en bloque podrían reducir el efecto de los Supercharged que están instalando por toda Europa en su propósito de poder conectar todo el territorio del ‘Viejo continente’. ¿Lograrán acabar con la hegemonía de la compañía de la ‘T’? El tiempo lo dirá.