No hemos conseguido lograr unas carreteras libres de baches y ya están pensándose en carreteras solares. ¡Lo que hay que ver! El ser humano es así, no ha terminado de solucionar un problema cuando ya se busca una innovación que sustituya el antiguo método. Pasa en multitud de se ocasiones y sectores de la economía. Como es lógico pensar, la automoción también sufre este mantra.
El último episodio que ha salido a la luz es el que ha ocurrido en una carretera estadounidense, más en concreto en una de Los Ángeles. La empresa que sufrió las consecuencias de un mal estado de la vía fue Volvo y todo ocurrió, por si fuese poco, en un evento oficial en el Salón llevado a cabo en la ciudad recientemente.
La pregunta, tras comprobar la historia ocurrida podría ser la siguiente, ¿están las infraestructuras preparadas para la expansión del vehículo autónomo?
Volvo y el fail de la conducción autónoma
Aunque parezca mentira, lo que se cuenta a continuación ocurrió es verídico. Hay que remontarse al pasado Salón del Automóvil de Los Angeles. En el stand de Volvo había hueco para la innovación presentada desde Suecia en relación con la movilidad eléctrica. Con objeto de presentar el proyecto a las autoridades, el consejero delegado del fabricante en América, Lex Kerssemakers, invitó al alcalde de la ciudad, Eric Garcetti, a dar un paseo a los mandos de la unidad presentada.
Todo parecía ir según lo previsto hasta que todo cambió de un momento a otro. El automóvil se negaba a continuar la marcha y el motivo principal es que no había dibujada ninguna línea que delimitase el carril en el asfalto. ¿Por qué? El estado de la calzada presentaba una irregularidad que confundía los sensores del coche protagonista. Inmediatamente, tras saber cual era el motivo, el dirigente de Volvo en América le espetó al edil:
¡No puede encontrar las marcas del carril! ¡Tenéis que pintar las malditas carreteras aquí!
Como podrás imaginar, el prototipo no pudo demostrar toda la tecnología desarrollada, dejando en evidencia el proyecto en apenas unos segundos. Ahora, ya se sabe que las líneas de la carretera son fundamentales a la hora de la conducción autónoma.
Hace unos días, otras declaraciones llevadas a cabo por el mismísimo Elon Musk revolucionaron las redes sociales. En ellas, insistía que la pintura borrosa de muchas líneas en la calzada confundían el piloto automático de muchos Tesla, pudiendo poner en peligro a los conductores.
El reconocimiento de señales cada vez está más presente en el mundo del automóvil. Avisadores de velocidad máxima y cámaras que saben interpretar las máximas están volviéndose esenciales en cualquier coche actual y, por tanto, debería revisarse el número que hay existentes.
¿Conoces el dicho ‘cuanto más azúcar más dulce’? Encaja a la perfección con lo que ocurre en este punto. Avisar cada intervalos más reducidos podría ayudar a mejorar la seguridad de los ocupantes de los vehículos autónomos. Es más, podría contribuir a mejorar la eficiencia de la conducción autónoma y eso, al fin y al cabo, el sano para el futuro de la tecnología.
