Salvo que seamos muy quisquillosos, casi la totalidad de los conductores de nuestro país pasamos por alto algún tipo de desperfecto que sufra la carrocería de nuestro vehículo en forma de golpe o arañazo, sobre todo si es culpa nuestra y tenemos contratado un seguro a todo riesgo con franquicia, o a terceros.
El no dar parte al seguro por un golpecito que hayamos dado contra un árbol, columna, o incluso un coche ajeno sin que su propietario esté presente, es algo tan español como la tortilla de patatas. Y lo cierto es que no le quito razón a quienes lo hagan (salvo lo de golpear a un coche ajeno y salir pitando) porque las compañías aseguradoras no dudan en tomar buena nota de nuestro correspondiente parte de accidente para tenerlo en cuenta a la hora de renovar.
¿Y si esta práctica llegara a su fin porque sería nuestro coche quién se chivara al seguro nada más sufrir un golpe? Pues eso mismo es lo que se ha propuesto por parte de Hella Group, una empresa dedicada a desarrollar y fabricar productos tecnológicos para la industria automovilística.
¿En qué consiste este peculiar sistema?
Bautizado con el nombre de “”Intelligent Damage Detection System”, este sistema está compuesto por una serie de sensores colocados en la parte interna del módulo de la carrocería del vehículo, independientemente del material con el que esté fabricado (aluminio, fibra de carbono, etc)
De esta forma, cuando nuestro vehículo sufra algún tipo de incidente en la carrocería, el sistema recogería al instante toda la información a través de los mencionados sensores y puede determinar el momento concreto en el que se ha producido el mismo, además de su intensidad. Es más, sería incluso capaz de saber si el correspondiente golpe o roce ha sido provocado, por ejemplo, la columna de un garaje, una farola, u otro vehículo.
Pero eso no es todo, ya que dicha información podría sumarse con los datos aportados por el GPS para tener constancia del momento y lugar exacto del percance, o incluso con las cámaras de a bordo del coche, lo que daría también una prueba gráfica del mismo.
¿Quiénes serían los mayores beneficiados?
Pues parece que no hay que ser demasiado lumbreras para adivinar dicha pregunta. Evidentemente, las compañías de seguros y las empresas de alquileres de coches estarían encantadas de que esta tecnología se expandiese.
Y no es para menos, ya que les permitiría tener información vital para poder resolver cualquier tipo de incidencia, además de conocer de primera mano qué es lo que le ocurre a cualquier coche que tengan asegurado o que forme parte de su flota.
Chocamos de nuevo aquí con el dilema moral de hasta qué punto estos sistemas suponen una intromisión en la privacidad del cliente. Porque por un lado, aunque sea obligatorio tener nuestro vehículo asegurado, nadie puede obligarnos a dar parte al seguro siempre y cuando no hayamos ocasionado desperfectos a terceros. Vamos, que somos libres de tener nuestro coche tan abollado o rallado como queramos.
Pero por otro, con este sistema también podríamos conocer quién nos ha dado un golpe en nuestro vehículo al volver donde lo teníamos aparcado y encontrarnos con la desagradable sorpresa, o que nos ayude a demostrar que no somos culpables de un accidente del que se nos acusa. Y a ti, ¿te gustaría que todos los coches tuvieran este sistema?