Cuando nos compramos un vehículo, o tenemos una charla sobre coches con los amigos, las distintas marcas adquieren de forma automática tal o cual fama porque sólo atendemos al país de origen de dicho fabricante. Es más, conozco a gente que defiende que nunca se compraría un coche de un determinado país porque son poco fiables, o la calidad de los interiores deja mucho que desear, por poner un par de ejemplos.
Vamos, que normalmente todos sabemos de qué país viene una marca. ¿Pero sabemos donde ha sido fabricado nuestro coche? Seguramente no, y más de algún comprador se llevaría una sorpresa.
En este contexto, Toyota, el fabricante japonés líder de ventas, está de enhorabuena porque ha alcanzado el hito de fabricar 9 millones de unidades en el viejo continente.
Y es que la marca nipona cuenta con nueve plantas repartidas a lo largo de la geografía europea. De hecho, actualmente, dos de cada tres vehículos Toyota vendidos en Europa han sido fabricados por empleados de la compañía en una de las seis plantas de vehículos y las tres plantas de motores existentes en Portugal, Reino Unido, Turquía, Francia, Polonia, República Checa y Rusia.
Pero para poder hablar de la presencia de Toyota en Europa hay que viajar al pasado; concretamente hasta el año 1971, con la inauguración de la primera planta en la localidad de Caetano, Portugal. Allí se produjo el primer Toyota Corolla fabricado en Europa.
Hoy, 43 años después, la inversión realizada por Toyota en Europa a alcanzado los 8.000 millones de euros, produciendo una amplia gama de vehículos para los clientes europeos, así como algunos para exportar al mercado estadounidense.
Esta noticia fue desvelada en el pasado Salón del Automóvil de París por el Presidente y Consejero Delegado de Toyota Motor Europe (TME), Didier Leroy, que declaró lo siguiente:
TME celebra este mes un nuevo hito con la producción de su vehículo nueve millones en Europa. Y me alegra decir que lo hacemos con una salud excelente […] En Toyota tenemos una larga tradición de fabricar localmente lo que vendemos localmente. Recientemente también hemos ampliado nuestras exportaciones fuera de Europa gracias a la competitividad de nuestras operaciones europeas. Apostamos por mantener la producción en Europa incorporando tecnología como la híbrida e innovando en la gestión para que nuestras fábricas puedan seguir siendo competitivas a escala mundial.
Como podemos comprobar, parece ser que a pesar de estos años tan complicados de crisis económica de la que el sector del automóvil no se ha podido mantener al margen, la presencia de Toyota en Europa goza de buena salud, y más si atendemos a los tres años consecutivos de crecimiento de las ventas en el viejo continente, con previsión de que aumenten aún más durante el año 2014.