Gracias a la colaboración entre Toyota y Subaru, el coupé de tracción trasera a un precio asequible pudo hacerse realidad, una vez más, para el deleite de los aficionados a los coches con “el culo inquieto”.
El Toyota GT86 y el Subaru BRZ son dos coches casi idénticos, diferenciados únicamente por la marca específica de comercialización. Pero, ¿Cómo se le pasó por la cabeza a Toyota el desarrollo de un coche deportivo junto con Subaru, una empresa con la que nunca antes había colaborado en un proyecto de esas magnitudes?
Pues bueno, esta historia, de cómo las dos empresas unieron sus esfuerzos, es bastante interesante, y el punto de partida fueron los motores tipo bóxer de Subaru, como muy bien dicen los compañeros de XCAR en el video. Pero las cosas se complicaron rápidamente antes de que el GT86 y el BRZ tuvieran la oportunidad de ser construidos.
Más abajo, tenéis el video donde se cuenta esta historia, os animamos a que le echéis un vistazo al video, y nos deis vuestra opinión sobre la fusión de estas dos grandes marcas.