Dentro del grupo VAG hay cosas inexplicables, sobre todo en cuanto a la evolución de algunos de sus modelos. Podemos ver como el Audi A3 permaneció casi inalterado durante 10 años, mientras que el Golf vio tres generaciones en el mismo periodo de tiempo. Pues bien, parece ser que el compacto de Wolfsburgo quiere seguir evolucionando cada pocos años.
Si el Golf VI duró tan solo 4 años en el mercado —es el Golf que más rápido ha sido en caducar—, el Golf VII no pretende durar muchos más años en el mercado. Recordemos que lleva entre nosotros desde finales de 2012, y su relevo está programado para el año 2017. Menos de cinco años tras el lanzamiento de la séptima generación tardaría en llegar el Golf VIII.
Sin embargo, esta generación apunta a ser radicalmente diferente a lo que nos tiene acostumbrados Volkswagen, dejaría el diseño continuista que tanto triunfa en el Golf a un lado, para pasara a unas líneas más afiladas, anchas y deportivas.
La tecnología también será un elemento destacable en el nuevo Golf, con nuevos elementos de seguridad, como el asistente de aparcamiento automático, o la frenada de emergencia automática con detección de peatones o el sistema de infoentretenimiento que ya están disponibles en el nuevo Passat.
Por supuesto, el nuevo Golf VIII se construirá sobre la famosa plataforma modular MQB del grupo VAG, lo que le hará perder unos 50 kg aproximadamente respecto a su predecesor, y tendrá la posibilidad de incluir los motores de tres cilindros TDI que ya incluyen algunos modelos de la casa, como el Polo, con unas emisiones de CO2 por km inferiores a los 100 gramos.