Si te gustó el anuncio casi cinematográfico del Nissan Maxima de 1996 que grabó su dueño cuando se propuso vender el coche, no te puedes perder este otro vÃdeo de un director de arte sueco, que también se ha propuesto vender su Volvo. Parece ser que cada vez está más de moda entre los que se manejan bien grabando vÃdeos hagan pequeñas obras de arte para vender sus viejos hierros.
Seguramente con un vÃdeo asà no van a conseguir que el comprador decida quedarse con el coche, pero desde luego lo que sà consiguen en una gran repercusión mediática cuando sus vÃdeos se viralizan. Desde luego, el objetivo de Castor se ha cumplido con creces. El vÃdeo se titula “Buy my Volvo”, y en él nos enseña cada hueco de su Volvo 240 de 1993, jugando un poco con la ironÃa y resaltando cosas tan básicas en un coche como el sinuoso tubo de escape, los cuatro tiradores de las puertas —de los cuales uno no funciona—, o los asientos traseros encantados.
PedÃa por la ranchera 7500 coronas suecas, que viene a ser un equivalente a 970 euros, aproximadamente. No es un precio descabellado, viendo que el coche al menos está en buen estado aparente de chapa y pintura, y que el interior —también aparentemente— no está destruido. Si quieres conducirlo para probarlo antes de comprarlo, tendrás que ir hasta la ciudad de Malmö.
Lo más interesante es la verborrea con la que nos intenta vender el coche, parece que sale de un anuncio de la propia Volvo. Empieza recordando el coche en su época dorada, en anuncios de la televisión, en un videojuego… Algunas expresiones como “una obra maestra de la energÃa cinemática, dinámica y mecánica” nos ponen los pelos de punta. Esto sumado a algunos travellings y tomas a cámara lenta son los ingredientes perfectos para crear el anuncio de venta más emotivo jamás creado de un coche viejo.