El dilema de qué país hace los mejores coches siempre ha estado presente entre los aficionados del automóvil. Esta tendencia ha ido cambiando con el paso de los años, según en qué marcas pero la pregunta sigue presente: ¿Quién construye los mejores coches?, ¿los americanos?, ¿los italianos?, ¿los coreanos?, ¿o los suecos? No, las personas.
Volvo quiere lo mejor de cada uno, así que desde sus inicios intentan que sus trabajadores sean de diferentes países y nacionalidades. Pero esto va más allá de cuestiones étnicas, es lo que hace que sean mejores. Personas de diferentes culturas y nacionalidades despierta la creatividad en equipo, y hace que la innovación fluya.
Y prueba de que todo esto es cierto, acaba de nacer el nuevo Volvo XC60. Es un coche creado para los conductores más exigentes que buscan lo mejor de una marca premium en cuanto a calidad y acabados, pero no quieren renunciar a la libertad fuera del asfalto. Con el XC90 puedes sentirte el rey de la ciudad y de caminos complicados.
¿Sabías que Volvo se inspiró en las motos de gran potencia para diseñar una única esfera central rodeada de dos esferas más pequeñas en el cuadro de instrumentos? Al conjunto lo apoya el volante de tres radios, asientos deportivos ergonómicos, que además de ofrecer cómodos viajes, tienen un óptimo apoyo lateral para cuando tomas curvas a alta velocidad.
Su sistema de infoentretenimiento Volvo Sensus Connect se crea la conexión con tu coche y el mundo exterior. Así puedes estar en la carretera sin estar desconectado. Podemos convertir la pantalla central del salpicadero en un centro de información y entretenimiento conectado a Internet. Si no queremos perderle la pista al coche cuando no estamos en él, existe la app Volvo On Call, que nos permite estar conectados al coche para controlar la temperatura, su estado, localización, cierre, petición de ayuda, etc.
En cuanto a seguridad, no podemos esperar menos de un Volvo. Su tecnología IntelliSafe cuenta con diversos asistentes, como el de detección de peatones y ciclistas, que nos ayuda a prevenir una colisión en ciudad, ya que si no frenamos ante la advertencia, el coche lo hace por nosotros. A este se suma una larga lista de ayudas a la conducción, como el avisador de cambio involuntario de carril, reconocimiento de señales de tráfico, luces largas en carretera automáticas, control de crucero adaptativo, etc.