Si alguien pensaba que los Volvo eran electrodomésticos con ruedas es porque ni han conocido modelos como el histórico 240 Turbo de hace treinta años ni la división deportiva de la compañía, Polestar. No goza del mismo respecto que otros preparadores oficiales pero no por ello deja de ser menos importante.
Hace unos meses se conocía la noticia que mostraba un cambio en la política de preparadores oficiales y fabricantes. Polestar y Volvo tendrían una menor conexión con el objetivo de dotar de una mayor autonomía a las versiones deportivas, justamente la estrategia opuesta a la llevada a cabo por el grupo Mercedes y AMG.
Ahora, el famoso preparador sueco acaba de sacar a la luz las modificaciones que se han producido sobre la base de los Volvo S60 y V60 para lograr competir con la potencia de varias variantes venidas, principalmente, de Alemania. Puedes imaginar qué modelos son los que tienen en el punto de mira, ¿verdad?
Potencia venida del norte gracias a Polestar para los S60 y V60
Podría decirse que el dilema está servido. ¿Berlina o ranchera? Obviamente, la solución está en plantearse qué uso y cuántos ocupantes viajarán habitualmente. Sin duda, esta tesitura está en línea con lo que ocurre con dos modelos situados en un escalón a la misma altura, ¿M3 o M4? Bendita indecisión.
Uno de los puntos a favor con los que cuenta la compañía del norte de Europa es la exclusividad vista desde el punto de vista de la competencia. Mientras que la fabricación de M3/M4 está presupuestada para varios miles de unidades, tan solo van a fabricarse en torno a 1.500 unidades de los Polestar. Si finalmente no decepcionan al consumidor, a la larga se conseguirá una revalorización que podría ser mayor al resto de las alternativas.
En Polestar no quieren basar su ventaja competitiva en la exclusividad. Quiere ganárselo en la pista y por ello, el motor de seis cilindros en línea y 3.0 de cubicaje ha sido aumentado en potencia, logrando llegar hasta los 367 CV. Esto le permite codearse entre figuras medias en la batalla de las berlinas del segmento D, pudiendo situarse al nivel del Audi S4 y la nueva gama del Clase C como el 43 AMG de Mercedes.
A nivel de prestaciones, los modelos presentados recientemente por el preparador alcanzan los 100 km/h en tan solo 4.7 segundos y la aguja del velocímetro se estanca cuando llega a la cifra de los 250 km/h, estando limitada electrónicamente. Mejoran los resultados de los restyle anteriores y ahí también ha tenido la culpa una reducción del peso de 44 kilogramos, repartidos tanto en el tren delantero como en el trasero.
La compañía, ante la multitud de peticiones de compra realizadas por consumidores de medio mundo, ha aumentado el número de países que podrán acoger alguna unidad bajo la firma Polestar. Se espera que se consigan vender todas las unidades presupuestadas este año dado el increíble valor sentimental que puede tener para un seguidor de la compañía sueca. Ahora bien, ¿qué hay de reparaciones, recambios y revisiones sin mecánicos especializados en este modelo?